La inflación subyacente, por su parte,ha firmado una rebaja mayor al moderarse al 3,8% desde el 4,5% que marcó el mes anterior, según el dato adelantado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística . La estimación de la inflación subyacente de cierre de año también es positiva ya que apunta a que la filtración de las subidas a la cesta de la compra se está empezando a relajar.
Los precios subieron un 3,5% de media en 2023
En tasa mensual, de noviembre a diciembre, el IPC no ha registrado variación tras el descenso del 0,3% apuntado en noviembre, mientras que la inflación subyacente avanza dos décimas. El dato de diciembre sirve también para calcular la inflación media del año.
La disminución de la inflación subyacente hasta el 3,8% en diciembre, marcando otro mes de descenso para el Índice de Precios al Consumidor (IPC), es un fenómeno relevante que merece atención. La inflación subyacente excluye elementos volátiles como alimentos y energía, proporcionando una medida más precisa de las presiones inflacionarias subyacentes en la economía.
Aunque la reducción del 3,8% sugiere cierto alivio en comparación con períodos anteriores, es crucial analizar las causas subyacentes de esta tendencia. Puede estar influenciada por factores como la moderación de los precios energéticos o la estabilización de ciertos componentes del índice.
Sin embargo, la inflación sigue siendo una preocupación global, ya que puede afectar el poder adquisitivo de los consumidores y la estabilidad económica. Las autoridades económicas deben seguir monitoreando de cerca estos indicadores y considerar políticas que equilibren el crecimiento económico con la gestión de la inflación.
Es esencial comprender cómo estas cifras afectan a diversos sectores y estratos sociales, ya que la inflación puede impactar de manera desigual. La interpretación y la respuesta a estos datos deben ser parte de una estrategia integral para mantener una economía saludable y sostenible.
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